Seleccionar página

La mayor parte del trabajo de doblaje y locución se realiza en Barcelona y Madrid, ¿Ha tenido que viajar para poder trabajar?

En principio no tenía pensado moverme de aquí. Actores de Madrid nos enseñaron el oficio como Luis Gaspar o Juan Carlos Ordónez. Se volvieron a Madrid y nos llamaron a algunos para ir allí a trabajar con ellos. Yo no quise ir. Tenía aquí mi familia, me iba a casar y no me apetecía ir a Madrid. Sin embargo si que iba a hacer publicidad. Aquello era lo más bonito de todo, mucho más que el doblaje o cualquier otra cosa. Y yo no fui pero si que fueron otros como Olga Cano o Jon Crespo. A veces no me importaría ir allí para trabajar con esa gente y grabar esas grandes películas y series, no lo que se hace aquí.

Ha puesto su voz en publicidad, cine, series, vídeos corporativos, cuñas de radio… ¿Qué es lo que más le gusta hacer?

Lo que más me divierten son los spots de televisión. Son trabajos rápidos que no llevan demasiado tiempo. No como las películas.

¿Cómo es el proceso de doblaje de una película?

Hay una empresa que entrega a la productora el guión en el idioma original. Entonces hay que traducirlo y adaptarlo al castellano o euskara. Hay que ajustar bien las palabras para que coincidan con los movimientos de la boca del actor porque los idiomas no tienen la misma largura de palabras. Son muy importantes las labiales como la m o la p por ejemploporque no se puede decir una vocal en ese instante, no quedaría bien. Es un trabajo tedioso y muy mal pagado ahora mismo, por eso no se hace como se hacía antes. Una vez que el texto está traducido hay que takearlo, se divide en takes, como si fueran las tomas de una película y se graban los diferentes takes sin importar el orden. Se hace según las necesidades. Igual no está disponible un actor cierto día pero sí el siguiente. Si hace falta se graban ambientes, que son esas voces que se escuchan de fondo en un bar por ejemplo, y solo queda montarlo.

Los takes con más de un personaje hablando, como una conversación, ¿Se graba a los actores juntos o por separado?

Hoy en día es muy normal hacerlo en pista, que es que cada uno haga su parte cuando le venga bien. Antiguamente era más difícil y se hacían las escenas completas. Ahora el formato digital permite hacer esa magia. Yo prefiero trabajar solo.

¿Hay compañerismo en el doblaje?

Por desgracia no. Si alguien estuviera en la ruina ninguno de mis compañeros haría nada por ayudarlo. Nos conocemos todos demasiado. En su día intentamos hacer un sindicato de dobladores pero duró menos que un cubito de hielo en el desierto. Solo nos damos cuenta de que debería haber ese sindicato cuando hay problemas para todos. Las empresas se aprovechan de esto y ponen condiciones que no puedes negociar por qué no tienes apoyo, eres tú solo.

Cambiando de tema, muchos critican el doblaje y dicen que las versiones originales son mejores. ¿Cree que eso es cierto?

Este pensamiento tristemente está creado por compañeros de profesión que intentan desprestigiarnos. Una película doblada gana mucho. La pronunciación es perfecta y todos los actores tienen una voz que va con ellos. Si un actor es gordo da la sensación de que tiene que tener la voz fuerte y no siempre es así. Sin embargo con el doblaje eso se soluciona. Hay una historia de los años 60 que Paul Newman era doblado por Ángel María Baltanás en aquella época y a veces Paul Newman escuchaba sus doblajes. Quedó tan impresionado y contento con el trabajo realizado por Baltanás que le dio medio millón de pesetas de entonces, que daban para comprar siete casas. El doblaje es solo otra parte más de la mentira que es el cine. Ni se pegan de verdad, ni son los actores esos personajes en la vida real… Y no son las voces de los actores las que se oyen.